PARADOJA DEL AMOR
En el año 1950 una tarde donde llovía mucho y hacia bastante frio, estaba
sentado en una estación de tren un joven
llamado Matias, quien estaba esperando
el tren. En esos momentos transitaba una
bella chica que estaba empapada y miraba
a su alrededor con desconfianza y temor parecía necesitar ayuda. Vestía ropa ligera
y se que percibía que no era de la ciudad. Matías no lo pensó y se le acerco con mucho respeto
y delicadeza ofreciendole su ayuda, ella atónita
no parpadeaba lo miraba fijamente sin decir
ni una sola palabra, Matías continuaba presentándose, le pregunta su nombre para continuar con la conversacion al cual ella responde por Isabel, impresionado de tanta belleza natural que reflejaba aquella mujer, inquietado por deslumbrarla le ofrece tomar algo caliente y asi esperar a que se despejara la tarde mientras escampa con voz suave acepta la invitación. .
Matías sentía un vínculo muy fuerte por aquella mujer que con tan solo unos minutos de conocerla le transmitía
sensaciones como si la conociera de otro lugar o tiempo con verla
consideraba ya conocerla y e, veía en sus ojos la sencillez y
la inocencia de la cual estaba hecha. Reflejaba sutileza cuando se expresaba el observaba detalladamente sus leves movimientos .Tomándola de brazo la
incorporo debajo de su sombrilla y se
dirigieron caminando a paso lento .Entraron a aquel lugar se sentaron y
pidieron dos cafés en pocos minutos empezaron a conocerse entablando una conversación
agradable reían como si llevaran horas
hablando compaginaron a punto que no parecían desconocidos se miraban mutuamente con simpatía transmitían
comodidad vida y alegría
irradiaban felicidad en aquel momento .Ella antes de terminar su bebida se levanto y miro
que del otro lado del tren estaba su padre esperándola a quién por muchos años
no veía y a quién aventureramente se vino a visitar de repente sale sin freno
alguno con mucha prisa sin mirar a nadie más que a su padre rápidamente atraviesa
la estación y sin que su padre pudiera verla ella es arrastrada por las piezas metálicas y frías de aquel tren. Matías viendo desde
la ventana del café donde se encontraba vio como
se iba la persona que en tan pocos
minutos le dio esperanza y fe en el amor.
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